“Porcelain”: La canción que sonó el día que nadie debió volar

El astro rey volvió a decir presente como cada mañana, ya en algunos lugares tiene rato de haber llegado, en otros puntos del planeta aún falta tiempo para que asome sus primeros rayos. Este día  es como cualquier otro, se escuchan los pájaros cantar, en la calle la gente está lista para ir al trabajo y a estudiar.

Todo preparado para cumplir con  una jornada más, el metro me espera para llegar con tiempo a la oficina, un informe debo terminar. Justo después de bajarme de la estación tuve la oportunidad de mirar el cielo, celeste es lo que predomina, pocas y pequeñas nubes cerca de nuestra hermosa montaña; el reloj dice las 07:31 a.m., solo queda subir, encender el  computador y disfrutar del café que pronto se colará.

Es una mañana muy normal, todo tan familiar, el mundo continua su rotación y traslación, sé que en algunos lugares lloran la pérdida de un ser querido, en otros celebran la llegada de un nuevo bebe, es la vida y su equilibrio.  Así comienza este día, veo la computadora que indica las 07:56 a.m., puedo observar por la ventana desde aquel piso 35 como los colores van cambiando en la montaña, el sol hace de las suyas.

Reviso lo que llevo de informe, algunas cosas hay que cambiar, es necesario completar el cronograma y el presupuesto que será necesario para ejecutar el proyecto a final de año. La radio de mi compañera de oficina ya se escucha, siempre en aquella emisora de radio en la que colocan esa música serena, ideal para estar relajado y concentrado.

Mucha tranquilidad para un día martes, parece ser uno de esos días donde tocará correr al final del día porque alguna tarea de última hora se presentará en la oficina, el reloj indica las 08:45 a.m. Voy redactando con calma y comienzo a escuchar esa fija canción, todos los días la colocan en esta emisora FM, el melancólico sonido de “Porcelain” de Moby, como evitar que se convierta en una de mis favoritas.

Me dejo llevar por ese suave sonido electrónico de Moby, el nombre es apropiado para una pieza que parece tan frágil, algo está a punto de romperse. Me concentró para continuar con el trabajo. Comienza la pauta comercial en la emisora, indican la hora, las 09:02 a.m.; parece que el tiempo va lento, algo que me favorece para culminar el informe antes del mediodía.

Siguen pasando los minutos, y percibo un silencio extraño, algo que no es normal para unas oficinas que normalmente están llenas de movimiento y ruido, voces que van y vienen, incluso acompañas con risas. Pero agradezco la situación, permite un mejor ambiente para continuar con la minuciosa labor. A las 09:45 a.m. decido levantarme para ir a tomar un poco de agua.

Al entrar en la oficina principal de la Dirección, veo a un grupo de compañeros frente al televisor, en un primer momento no hago mayor caso de la situación, pero mientras me sirvo el agua subo la mirada y veo como en la pantalla de la tv se transmiten imágenes de unos incendios en las Torres Gemelas del World Trade Center de New York, nadie habla, es un silencio que comienza a dar miedo.

Llegó el momento de preguntar, pero en ese instante colocan una imagen en donde se ve un avión comercial impactar con una de las torres, mi cuerpo comienza a helarse, aun sin tener la certeza de lo que está pasando, el miedo comienza a apoderarse de mi mente, algo ahora no está bien en esa mañana que parecía tan normal.

El informe comienza a perder sentido, la confirmación de atentados terroristas en New York y Washington presagian lo peor. Vidas inocentes se perdieron bajo la bandera de la venganza, el terror se apodera del mundo; el planeta ya no es el mismo, caminamos por calles donde las diferencias ahora serán muy marcadas, la sangre correrá hasta que las cicatrices sean recurrentes en cada pedazo de tierra.

La mañana que parecía tan normal cambio rápidamente, sensaciones de  miedo e inseguridad recorren el mundo entero, más aun cuando se puede ver en vivo las dos torres desplomarse, primero la Sur y luego la Norte, es una señal que se está enviando a hombres y mujeres de todo el planeta:  “ya no hay lugar seguro”.

Vuelvo a mi oficina, recuerdo la canción que había escuchado más temprano, todo se quebró como si fuera una gran porcelana, tantas sensaciones encontradas, miedos difíciles de comprender, pienso con dolor que una gran guerra está por suceder. Miro al cielo y comprendo que esta mañana realmente no era normal, en este día nadie debió volar.

Significado e historia de la canción Porcelain de Moby

Uno se sorprende cuando en la vida surgen tantas casualidades, o quizás causalidades,  y sí no me creen sigan leyendo. Fue un 11 de septiembre, pero del año 1965 cuando nació en Harlem, New York, Richard Melville Hall, un músico estadounidense que se ha inclinado por los sonidos electrónicos, y quien se colocó por nombre artístico uno de los personajes más famosos de una de las novelas escritas por su tío bisabuelo Herman Melville, hablamos de Moby, tomado de la reconocida obra literaria Moby-Dick.

La historia de este reconocido músico del mundo de la electrónica y sonidos ambientales no ha sido nada fácil. Aquí compartiré con ustedes una completa reseña que hace Víctor en su canal de YouTube Music Radar Clan, se adentra en la vida de Moby como del álbum Play, en el cual se encuentra la canción “Porcelain”.

Porcelain fue publicada como sencillo en el mes de junio del año 2000 logrando un gran éxito comercial, sobre todo en el Reino Unido. La letra completamente melancólica, habla sobre la ruptura de una relación; son reflexiones que hizo Moby a partir de sus propias experiencias, sobre todo en relaciones de pareja. Irónicamente esta pieza fue compuesta en el apartamento del propio músico ubicado en Manhattan.

Moby contó a la revista Billboard en julio del 2000 lo siguiente: “Me involucré con una mujer realmente maravillosa, y la amaba mucho. Pero yo sabía en lo más profundo de mi corazón que no teníamos por qué estar involucrados románticamente. Por lo tanto, se trata de estar enamorado de alguien pero sabiendo que no debes estar con ella”. La canción cuenta con sonidos de cuerdas invertidas y ritmos de piano. Es curioso que el músico de New York no se sentía cómodo con esta pieza, la percibía floja, pero al final pidió que se incluyera en el álbum “Play”.

“In my dreams I’m dying all the time, as I wake its kaleidoscopic mind. I never meant to hurt you, I never meant to lie, so this is goodbye, this is goodbye. Tell the truth you never wanted me. Tell me. In my dreams I’m jealous all the time, as I wake I’m going out of my mind, going out of my mind. (En mis sueños estoy muriendo todo el tiempo, mientas despierta mi mente caleidoscópica. Nunca quise hacerte daño, nunca quise mentir, así que esto significa “Adiós”, significa “Adiós”. Di la verdad, tú nunca me quisiste. Dime. En mis sueños siempre estoy celoso, mientras despierto salgo de mi mente, salgo de mi mente)”.

Al principio el disco “Play” había sido otro fracaso para Moby, por lo que decidió comprar las licencias de sus canciones para su uso en publicidad, televisión y el cine. Porcelain pronto le retribuyó al músico ganancias importantes que impulsaron ahora si su carrera.  

Es así como un músico nacido en New York un 11 de septiembre de 1965, escribió una canción en Manhattan, esa que sonó en la radio la mañana en la que el terrorismo se adueñó del mundo; un martes en la que una de las ciudades más importantes del planeta vio sus dos torres desplomarse como si fueran de Porcelana, así se escribió la historia personal de un terrible día que no se debe repetir jamás, ese en el que nadie debió volar.

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